Postales del vendaval

Después de un día agobiante, con 37° de temperatura, finalmente el alivio llegó con la lluvia. Sin embargo, no vino sola. Fuertes ráfagas de más de 120 kilómetros por hora causaron caos en Córdoba, una ciudad que habitualmente no está preparada para enfrentar situaciones intensas que la que nos tocó vivir hoy, con precipitaciones que alcanzaron los 60 milímetros en solo una hora.

Así se veía la avenida Colón al 1000 a las 16.07, en el momento de mayor intensidad de la tormenta.

Al instante, las consecuencias se podían observar en todos los rincones de la ciudad. Así estaba la Plaza Colón, sobre la vereda que da a la calle Avellaneda.

A pocos metros de allí, una imponente palmera del Colegio Carbó se desplomó sobre la vereda llevándose con ella el tendido de cables de los trolebuses.

La intensa caída de agua llenó no solo la fuente del Paseo Parque Sobremonte, sino también sus alrededores, dando una imagen similar a aquella de fines del siglo XIX, cuando toda esa depresión conformaba un pequeño lago en el que navegaban algunos botes.

La intensidad del viento provocó la caída de árboles y ramas de todo tamaño. En este caso, en Av. Marcelo T. de Alvear (Cañada) y Bv. San Juan.

La cantidad de agua caída se vio reflejada en la fuerza del caudal que corría por el cauce de la Cañada. Aquí a altura de Av. Colón.

Otra imagen del torrente de agua que impactaba contra los muros de la Cañada, en este caso a la altura de calle Montevideo.

Finalmente, este video registrado por el usuario de You Tube «aminuzzi«, tomado desde el Coral State Tower.

Cero en Instrucción Cívica

A pocas horas de jurar como Diputada Nacional, Graciela Villata cometió un grueso error en una publicación suya en Twitter.

 

 

La flamante legisladora por el Frente Amplio Progresista debería saber que, según la Constitución Nacional, artículos 44 y 45,  los diputados representan al pueblo de la Nación en su conjunto, y que los senadores son los que representan a sus respectivas provincias.

Balance G

La gestión de Daniel Giacomino como intendente de la ciudad se va apagando de a poco, hasta terminar su ciclo el próximo 10 de diciembre con la asunción de Ramón Mestre.

Es evidente que la imagen de lo hecho por el actual jefe comunal no ha dejado una buena impresión en los cordobeses. En verdad, día a día los medios de comunicación y las redes sociales son los espacios donde resuenan los reclamos sobre alumbrado, baches, semáforos, etc.

A pesar de ello, Giacomino no quiere dejar el Palacio 6 de Julio sin que quede en claro que no todas fueron pálidas, sino que en los últimos cuatro años también hubo cosas positivas generadas desde el municipio.

Es por ello que un grupo de jóvenes identificadas con el jefe comunal repartieron hoy por el centro cordobés una pequeña publicación de ocho páginas en las cuales se destacan los logros de la gestión en retirada.

Estos son algunos de los puntos destacados:

*Inversión en cloacas en la ciudad, 186 millones de pesos: ampliación de la planta de Bajo Grande y la cloaca Máxima Sur. (Ambas obras realizadas con aportes de la Nación).

*Nuevo Hospital en Villa El Libertador, 47 millones de pesos (financiado por la Nación con un préstamo del gobierno de España).

*Crese: recolección de residuos municipal, recolección diferenciada, residuos electrónicos, centros de reciclado, etc.

*Alumbrado: 30 millones de pesos, 18 mil luminarias.

*Plan de recuperación de calles: 12 millones de pesos, 106 mil metros cuadrados de reparaciones, entre hormigón, fresados y asfalto.

*Transporte: 400 nuevas unidades, diferenciales autofinanciados, record de boletos cortados .

*Obras conjuntas con la Provincia para la recuperación del centro de la ciudad.

*Reducción del déficit operativo y del gasto en salarios.

No negamos que sea cierto el detalle de obras realizadas por el municipio , pero bien vale aclarar que la mayoría de ellas fueron realizadas con aportes económicos de los gobiernos nacional y provincial, interviniendo el municipio como co-gestor de esos fondos.

Además, este balance presentado por la comuna no alcanza a contrarrestar las carencias que la ciudad evidencia en diversas áreas, como el estado desastroso de la red de semáforos o las calles en pésimo estado, por poner solo dos ejemplos.

Al final de la publicación, se indica que «la ciudad está en movimiento, con más obras, con más inversión, con más gestión. Córdoba hoy está mejor». Ojalá pudiéramos compartir el optimismo de la «Gestión Giacomino».

De espaldas

Esta es una muestra de cuando sobra el desgano y escasea la voluntad para hacer las cosas bien.

Sobre el cantero central del boulevard Arturo Umberto Illia al 100, se encuentra un busto del ex presidente, quien le da su nombre a esta céntrica avenida. La misma se encuentra de espaldas al Mercado Sur.

A pesar de ello, la placa más antigua que recuerda al ilustre político radical se encuentra en la parte trasera del muro que sostiene su busto. Por lo tanto, para leerla hay que ubicarse a las espaldas de la imagen del ex presidente.

¿Era tan complicado remodelar la base del busto de Illia para que todos  los recordatorios quedaran en el frente y no algunos  detrás?

Quizá estas sean de esas explicaciones que nunca alguien dará sobre cosas mínimas de Córdoba, pero que muestran con qué desdén suele gestionarse la ciudad.

Giaco-impotencia

Ayer se convirtió en trending topic de Twitter, el desafortunado comentario que hizo el intendente Daniel Giacomino en esa red social. El jefe comunal trató de «boludo» a Ary Garbovetzky, periodista de Día a Día, en un intercambio con Omar Grenat, director de Tamse y ex subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad.

Durante esa jornada, el periodista había publicado en Día a Día un artículo titulado «Triste Final», en el cual se refería a las dificultades de funcionamiento de la Municipalidad en el último tramo de la actual gestión, y a partir de un comentario que le había efectuado el propio Grenat.

Evidentemente, impotencia es lo que le sobra al actual intendente. Impotencia por no poder dejar la ciudad en un estado mínimo de habitabilidad que le permita al menos escuchar de los cordobeses que se está «menos peor». Impotencia por terminar con cero respaldo político, ya que no tiene ediles que lo acompañen en Concejo Deliberante (una de sus espadas fue Gustavo Barrionuevo, quién terminó pidiendo la interpelación del propio Giacomino).

¿Pretende acaso el intendente que Ary Garbovetzky y con él la ciudadanía toda, destaquemos las «fuentes cloacales» que inundan la ciudad y de los semáforos que a diario dejan de funcionar? ¿Acaso los contribuyentes debemos agradecer el estado calamitoso de las calles, del sistema de iluminación en los barrios o los permanentes «estados de asamblea» que los empleados municipales realizan casi a diario en las dependencias comunales? ¿Debemos agradecer a Giacomino esa pequeña «Ciudad del Este» en la que se han convertido las peatonales cordobesas, en las cuales los inspectores brillan por su ausencia cada día con una excusa distinta?

Evidentemente, el titular del Palacio 6 de Julio prefiere el ataque público a un comunicador que opina sobre la triste realidad de Córdoba, a aceptar los fracasos reiterados durante su gestión. Sería mejor llamarse a silencio, esperar la asunción del nuevo intendente e ir preparando la valija para instalarse en la Cámara de Diputados, en la banca con la que le mismo pueblo cordobés lo premió.

A tontas y a locas

Dicen que el que mucho abarca poco aprieta, y lo que se hace apurado difícilmente se haga bien. Y cuando alguien ve la «colección» de obras públicas encaradas por la Provincia en Córdoba ciudad, entiende las consideraciones anteriores.

El pasado 27 de septiembre, con fuegos artificiales incluidos, se inauguró la «Terminal del Bicentenario», presentada como la terminal más grande y más moderna de Argentina.

A pesar de haberse usado muy poco, porque es casi nulo el movimiento de ómnibus y pasajeros, hay defectos que ya empiezan a hacerse evidentes. Uno de ellos fue la cantidad de vidrios rotos, los cuales fueron repuestos sin tener en cuenta si eran opacos, transparentes o ahumados.

Luego, fue la falla del sistema contra incendios, que inundó varios sectores del edificio. Unos días después, intensas lluvias dejaron goteras varias y aparecieron empleados arreglando techos con dudosas medidas de seguridad laboral.

Hoy recorriendo la nueva terminal, nos encontramos con escaleras mecánicas que no funcionan. Las cuatro nuevas escaleras por las que se accede y sale del túnel que conecta a los dos edificios, se encontraban detenidas.
Además, hay detalles de terminación que dejan mucho que desear. En la siguiente foto, se nota lo defectuoso de la unión entre el techo y las paredes, al filtrarse la luz exterior.
En esta otra imagen, se muestra la falta de prolijidad en los cortes de las chapas que conforman el cielo raso, entre las cuales se puede ver la estructura metálica del techo.
A todo esto se suma la información publicada ayer, según la cual el gobierno provincial autorizó una partida de cuatro millones de pesos adicionales a la inversión original, para hacer frente a distintas reparaciones.
Ojalá la nueva terminal durara tanto como su antecesora, la cual gracias a su diseño y a la nobleza de sus materiales presta servicios hasta el día de hoy, después de cuarenta años.

Tres terminales

Durante estas últimas semanas, hubo muchas expectativas centradas en la inauguración de la nueva terminal de ómnibus de Córdoba, una obra muy esperada y necesaria para los cordobeses y quienes nos visitan.

Mas de 50 plataformas, restaurantes, bares y negocios varios, harán más agradable el paso de quienes llegan o parten desde Córdoba, y fundamentalmente, reducirá el caos que se generaba durante los periodos vacacionales y Semana Santa.

El diseño de la misma es quizá su atributo más llamativo.

Imágenes: www.skyscrapercity.com

Simultáneamente, seguirá funcionando la vieja terminal, aunque se destinará para partidas y arribos de servicios provinciales.

Inaugurada en 1971, se constituyó en un hito arquitectónico de la ciudad, con comodidades y servicios inusuales para la época. Sus escaleras mecánicas fueron las primeras en funcionar en Córdoba y junto a sus numerosos negocios se erigió como un antecedente de los actuales shoppings.

Sin embargo, aún sobreviven sobre Av. Velez Sarsfield  restos de la fachada de la primitiva terminal de ómnibus cordobesa, que hasta hace poco en su frente decía «Estación de Contralor». Fue habilitada en 1940 y prestó servicio durante 31 años con sus escasas 12 plataformas. Hasta hace pocos años atrás, en el predio que ocupaba funcionaba un estacionamiento. Hoy se construye un complejo de torres de departamentos.

Imagenes: www.solobus.com.ar

Parque de las Tejas

Después de la polémica por la demolición apresurada e intempestiva de la Casa de Gobierno de Córdoba, el Parque de las Tejas que ocupa su terreno sigue tomando forma.

Y evidentemente, muchos ya se apropiaron del espacio el cual fue «invadido» el domingo pasado, aprovechando la soleada jornada para pasar un rato al aire libre.

 

En verdad, y al margen de polémicas, un lindo espacio verde se suma a la ciudad para el disfrute de todos los cordobeses.

 

Conciencia por reciclar

La empresa estatal municipal Crese realiza una particular intervención urbana sobre calle Larrañaga, entre plaza España y el Palacio Ferreyra.

Se trata de una campaña de concientización sobre la importancia del reciclado para con el medio ambiente. La misma consiste en la exhibición de cubos de vidrio conteniendo distintos materiales reciclables y explicaciones sobre los beneficios de la reutilización de estos elementos.